Y los que iban delante le reprendían, para que callase; pero él levantaba más el grito: ¡Oh, Hijo de David, ten piedad de mí!
¡OH Jehová, a ti estoy clamando! ¡apresúrate hacia mí! ¡escucha mi voz cuando clamo a ti!
¶Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Y Jesúsles dice: ¿Por qué sois cobardes, hombresde poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos, y al mar; y fué hecha grande bonanza.
¶Y pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten piedad de nosotros, oh Hijo de David!
¡Ay de vosotros los doctores de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros no entrasteis, y a los que iban entrando se lo impedisteis.
Y LES dijo una parábola sobre lo necesario que es orar siempre y no desalentarse;
¶Y traíanle también niños recién nacidos, para que los tocase, mas al ver esto los discípulos, los reprendieron.
El entonces clamó, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!
Jesús entonces se detuvo, y mandó traerle a sí. Y cuando él se acercó, le preguntó:
¶Y algunos de los fariseos de entre el gentío le dijeron: ¡Maestro, reprende a tus discípulos!
¶Estando él aún hablando, viene uno de casa del jefe de la sinagoga, diciendo: Ya murió tu hija; no molestes al Maestro.
Acerca de esto tres veces rogué al Señor, para que la apartase de mí.