¡Oh generación perversa, atended al oráculo de Jehová! ¿Por ventura he sido yo un yermo para Israel, o una tierra de densas tinieblas? ¿por qué pues ha dicho mi pueblo: ¡Sacudimos el yugo! ¡no volveremos más a ti!
Me iré a los grandes, y hablaré con ellos; porque ellos, sí, conocen el camino de Jehová, la ley de su Dios. Mas veo que éstos todos a una han quebrado el yugo, han roto las coyundas.