Y el ángel respondiendo, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te hará sombra: por lo cual también la criatura santa que ha de nacer, será llamada Hijo de Dios.
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Y sin controversia alguna, grande es el misterio de la piedad, es a saber: Aquel que fué manifestado en la carne, justificado en el espíritu, visto de ángeles, predicado entre las naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.
Toda buena dádiva y todo don perfecto de arriba es, descendiendo del Padre de las luces, de parte de quien no puede haber variación, ni sombra de mudanza.