¶Y estando él sentado en el Monte de los Olivos, los discípulos vinieron a él reservadamente, diciendo: Dinos, ¿cuándo será esto? ¿y qué señal habrá de tu venida, y de la consumación del siglo?
Jesús le dice: Tú lo has dicho; y aunque no lo creáis, sin embargo os digo, que en adelante habéis de ver al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder divino, yviniendo sobre las nubes del cielo.
porque como el relámpago, cuando relampaguea desde el un extremo debajo del cielo, resplandece hasta el otro extremo debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día.
y a vosotros que sois afligidos, daros descanso juntamente con nosotros, en el tiempo de la revelación del Señor Jesús, desde el cielo, con sus poderosos ángeles,
¶Por lo cual, ceñid los lomos de vuestro ánimo, sed sobrios, y tened vuestra esperanza puesta completamente en la gracia que os ha de ser traída al tiempo de la manifestación de Jesucristo;
para que la prueba de vuestra fe (la cual es mucho más preciosa que el oro que perece, aunque sea acrisolado por medio del fuego), sea hallada redundante en alabanza y gloria y honra, al tiempo de la manifestación de Jesucristo;
sino antes regocijaos, por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo; para que también, cuando su gloria fuere revelada, os regociéis con gozo extremado.
Amados míos, ahora somos hijos de Dios; y todavía no ha sido manifestado lo que hemos de ser; sabemos empero, que cuando él fuere manifestado, nosotros seremos semejantes a él, porque le veremos tal como es.
He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá; y también aquellos que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra plañirán a causa de él. Así sea. Amén.