Y cuando era la tarde, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los trabajadores, y págales el mismo jornal, comenzando desde los postreros, y pasandohasta los primeros.
Y a vosotros os digo yo: Haced para vosotros amigos por medio de las riquezas de injusticia, para que cuando falleciereis, ellos os reciban en las moradas eternas.
Y había seis tinajas de piedra puestas allí, conforme al rito de las purificaciones de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaras.