desde la planta del pie hasta la cabeza, no queda ya en él cosa sana, sino heridas y cardenales y llagas recientes; no han sido cerradas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
Y cierto hombre, cojo desde el seno de su madre, era llevado, a quien ponían diariamente a la puerta del Templo llamada la Hermosa, para pedir limosna de los que entraban en el Templo;
Escuchad, amados hermanos míos: ¿No ha escogido Dios a los que son pobres en cuanto al mundo, para que sean ricos en fe, y herederos del reino que tiene prometido a los que le aman?
Levanta del polvo al desvalido, del muladar ensalza al menesteroso, para hacerlos sentar entre los príncipes, y los hará heredar un trono de gloria: porque de Jehová son las basas de la tierra, y él ha asentado el mundo sobre ellas.