Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ¡He aquí un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores! Y sin embargo la sabiduría es vindicada por parte de sus hijos.
Mas al ver esto el fariseo que le había convidado, habló dentro de sí, diciendo: Éste, si fuera profeta, hubiera conocido quién y qué tal es la mujer que le toca; porque es pecadora.
Pues antes que viniesen algunos de parte de Santiago, comía con los gentiles: mas cuando hubieron venido, retiróse, y separóse de ellos, temiendo a los que eran de la circuncisión.