MAS todos los publicanos y los pecadores se le iban acercando, para oírle.
Asimismo, cuando el malo se convierte de su maldad que ha hecho, y obra según el derecho y la justicia, él conseguirá la vida de su alma.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué galardón habéis de tener? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
Y he aquí que hay postreros que serán primeros, y hay primeros que serán postreros.
Y todo el pueblo y los publicanos, al oír esto, justificaron a Dios, habiendo sido bautizados con el bautismo de Juan.
La ley entró además para que abundase el pecado; mas donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia:
Fiel es este dicho, y digno de ser recibido de todos, que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores; de los cuales yo soy el primero.