y viniendo aquel que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el puesto más bajo.
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría.
La soberbia precede a la destrucción, y el espíritu altivo va delante de la caída.
Los sabios heredarán la honra, pero los insensatos llevarán por su premio la ignominia.
Y diciendo él esto, todos sus adversarios quedaron avergonzados, y todo el pueblo se regocijaba de todas las cosas gloriosas que eran hechas por él.
Dad, pues, frutos propios de arrepentimiento; y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo, que puede Dios, aun de estas piedras, levantar hijos a Abraham.