Y respondiendo Jesús, habló a los doctores de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito curar en el sábado o no?
y he aquí un hombre que tenía seca una mano. Y le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito curar en día de sábado? para poderle acusar.
Y viendo esto los fariseos, le dijeron: ¡Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el sábado!
y uno de ellos, doctor de la ley, le preguntó, tentándole:
Luego a ellos les dice: ¿Cuál es lícito, hacer bien en día de sábado, o hacer mal? ¿salvar la vida, o matar? Mas ellos callaban.
Y he aquí que había delante de él un hombre hidrópico.
Mas ellos callaron. Tomándole entonces, le sanó, y le despidió.
Jesús entonces les dijo: Yo os pregunto: ¿Es lícito en el sábado hacer bien, o hacer mal? ¿salvar la vida, o destruirla?
Si un hombre recibe la circuncisión en día de sábado, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis contra mí, porque hice a un hombre enteramente sano en día de sábado?