Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula el gasto, a ver si tiene con qué acabarla?
Apronta tu obra afuera, y prepáratela en el campo; y después edificarás tu casa.
Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre: mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.
Y Jesús le dice: Las zorras tienen cuevas, y las aves del cielo, nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donderecostar la cabeza.
Y el que no carga con su cruz y sigue en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
no sea que, habiendo echado el cimiento y no pudiendo acabarla, todos los que lo vieren comiencen a burlarse de él,
Así, pues, cada uno de vosotros que no renuncia a todo cuanto posee, no puede ser mi discípulo.
Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y destrozándome el corazón? ¡porque estoy pronto no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalem, por el nombre del Señor Jesús!