¶Pedro entonces dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?
Y lo que os digo a vosotros, a todos lo digo: ¡Velad!
Y vino, y los halló dormidos; y dice a Pedro: ¡Simón! ¿duermes tú? ¿no has podido velar una sola hora?
Pues el siervo que conoció la voluntad de su señor, y no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, será castigado con muchos azotes:
mas el que no supo, e hizo cosas dignas de azotes, será castigado con pocos azotes: porque a todo aquel a quien se ha dado mucho, mucho le será exigido; y a quien se ha encomendado mucho, más será demandado de él.
¶Pero el fin de todas las cosas se acerca; sed pues sobrios, y vigilantes en las oraciones:
Sed sobrios, sed vigilantes; vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda en derredor, buscando a quien devorar: