Estad vosotros también prevenidos; porque a la hora que no pensáis, el Hijo del hombre vendrá.
¡Velad, pues, porque no sabéis en qué día ha de venir vuestro Señor!
Por tanto, estad vosotros también preparados; porque a la hora que no pensáis, el Hijo del hombre vendrá.
¡Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir!
Y hagamos esto, conociendo el tiempo, que es ya hora que despertemos del sueño; porque ahora la salvación está más cercana que cuando por primera vez creímos.
sino antes, revestíos del Señor Jesucristo, y no pongáis vuestro cuidado en satisfacer las concupiscencias de la carne.
No durmamos, pues, como los demás, sino velemos, y seamos sobrios.
¡Regocijémonos, y cantemos con júbilo, y démosle gloria! porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.