Pues si ni siquiera una cosa tan mínima así podéis hacer, ¿por qué os afanáis respecto de lo demás?
Solamente en una semejanza de realidad anda el hombre en derredor; solamente para vanidad se alborota; allega riquezas, y no sabe quien las recogerá.
Considera lo que hace Dios; porque ¿quién es capaz de enderezar lo que torció?
¶Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, sobre lo que habéis de comer, o lo que habéis de beber; ni tampoco por vuestro cuerpo, sobre lo que habéis de vestir. ¿La vida no es más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?
Y ¿quién de vosotros, por mucho que se afane, podrá añadir un codo a lo largo de su vida?
Considerad los lirios, cómo crecen: no trabajan ni hilan; mas yo os digo que ni aun Salomón, en toda su gloria, fué vestido como uno de éstos.
Así que no andéis buscando qué hayáis de comer, o qué hayáis de beber, ni seáis de ánimo dudoso.
echando sobre él toda vuestra solicitud, porque él tiene cuidado de vosotros.