Y ¿quién de vosotros, por mucho que se afane, podrá añadir un codo a lo largo de su vida?
He aquí, como a palmos me has dado los días; y mi vida es como una nada delante de ti; solamente una completa vanidad es todo hombre, a más valer. (Pausa.)
ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer un solo cabello blanco o negro.
¿Y quién de vosotros, por mucho que se afane, podrá añadir un codo a lo largo de su vida?
Pues si ni siquiera una cosa tan mínima así podéis hacer, ¿por qué os afanáis respecto de lo demás?
Y procuraba ver a Jesús, quién fuese; mas no podía, a causa del gentío, porque era pequeño de estatura.