Considerad los cuervos, que ellos ni siembran ni siegan; los cuales no tienen almacén ni troje; y Dios los alimenta: ¿cuánto más valéis vosotros que las aves?
Mirad las aves del cielo, cómo ellas no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta: ¿no valéis vosotros mucho más que ellas?