Mas él dijo: Antes, bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.
¡ALELUYA! ¡Dichoso el hombre que teme a Jehová, que se deleita mucho en sus mandamientos!
BIENAVENTURADO todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos.
El que guarda el mandamiento guarda su alma; mas aquel que se descuida de su camino morirá.
¡Ahora pues, oh hijos, escuchadme! porque Felices son los que guardan mis caminos.
Mas él respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.
Si sabéis estas cosas, bienaventurados sois si las hacéis.
Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía, y guardan las cosas que en ella están escritas; porque el tiempo está cerca.
Bienaventurados aquellos que lavan sus ropas, para que tengan derecho de llegar al árbol de la vida, y que puedan entrar por las puertas en la ciudad.