Y al entrar en cualquiera casa, decid primeramente: ¡Paz sea a esta casa!
yo que creo el fruto de los labios, paz, paz al que está lejos y al cercano, dice Jehová; yo pues le sanaré.
No llevéis bolsa, ni alforja, ni zapatos; ni saludéis a nadie por el camino.
Y si hubiere allí algún hijo de paz, descansará vuestra paz sobre ella; mas si no, se volverá a vosotros.
Y Jesús le dijo: Hoy la salvación ha venido a esta casa; por cuanto éste también es hijo de Abraham.
La palabra que él envió a los hijos de Israel, predicando el evangelio de paz por medio de Jesucristo (el cual es Señor de todos),
Y habiendo venido de entre los muertos, predicó la paz a vosotros que estabais lejos, y la paz a los que estaban cerca:
Y así le diréis: ¡Vive largos años! y ¡paz a ti, y paz a tu casa, y paz a cuanto tienes!