¶Y mientras iban de camino, entró en cierta aldea; y cierta mujer, llamada Marta, le recibió en su casa.
Y él dijo: Aquel que usó con él de misericordia. Jesús entonces le dijo: Vé, y haz tú lo mismo.
Pero Marta se afanaba en muchos servicios; y presentándose de repente, dijo: Señor ¿no se te da nada que mi hermana me ha dejado sola para servir? Dile, pues, que me ayude.
Pero Jesús respondiendo, le dijo: ¡Marta, Marta, cuidadosa estás, y te dejas turbar en cuanto a muchas cosas;
Y cuando fué bautizada, y su casa también, nos rogó, diciendo: Si me habéis juzgado ser fiel al Señor, entrad en mi casa, y morad allí. Y nos obligó.
a quienes Jasón ha acogido: y éstos todos obran en oposición a los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús!
Si viene alguno a vosotros, y no trae esta enseñanza, no le recibáis en casa, y ni siquiera le saludéis: