y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador!
Y mi alma se regocijará en el Señor; alegraráse en su salvación.
sin embargo, yo me regocijaré en Jehová, y me alegraré en el Dios de mi salvación.
¡Regocíjate en gran manera, oh hija de Sión! ¡rompe en aclamaciones, oh hija de Jerusalem! he aquí que viene a tí tu rey, justo y victorioso, humilde, y cabalgando sobre un asno, es decir, sobre un pollino, hijo de asna.
porque hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el cual es Cristo, el Señor.
PABLO, apóstol de Cristo Jesús, conforme al mandamiento de Dios nuestro Salvador, y de Cristo Jesús, esperanza nuestra,
Esto es bueno y acepto delante de Dios nuestro Salvador,
(pero en sus propias sazones ha dado a conocer su palabra, en la predicación que me fué encomendada, según el mandamiento dé Dios nuestro Salvador,)
no defraudándoles en nada, sino antes mostrando toda buena fidelidad, para que adornen en todo la doctrina de Dios nuestro Salvador.
aguardando aquella esperanza bienaventurada, y el aparecimiento en gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo;
al único Dios, Salvador nuestro, sea la gloria, la majestad, el dominio y el poder, ahora y para siempre jamás. Amén.
