Y a la entrada del Tabernáculo de Reunión os quedaréis día y noche; por siete días habéis de guardar el precepto de Jehová, para que no muráis; porque así fuí mandado.
Después puso la mitra sobre su cabeza, y puso sobre la mitra, al frente de ella, la lámina de oro, la diadema santa; como Jehová había mandado a Moisés.
Y respondió Samuel: ¿Acaso tiene Jehová tanta complacencia en holocaustos y sacrificios, como en el obedecer la voz de Jehová? He aquí, el obedecer mejor es que sacrificios, y el escuchar que el sebo de los carneros.