Y de ella se presentará todo el sebo, la cola grasosa y el sebo que cubre los intestinos,
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; el corazón quebrantado y contrito, oh Dios, no lo despreciarás.
¡He aquí, tú quieres la verdad en lo íntimo; por tanto en lo recóndito de mi corazón hazme conocer la sabiduría!
No comeréis de ella cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; tanto la cabeza del cordero como las piernas y las entrañas.
Y tomarás todo el sebo que cubre los intestinos, y los lóbulos del hígado, y los dos riñones, con el sebo que está sobre ellos, y los harás consumir sobre el altar:
Aquel de los hijos de Aarón que presentare la sangre de las ofrendas pacíficas y el sebo, tendrá la pierna derecha como porción suya: