Porque todo aquel que comiere sebo de aquellos animales de los cuales se presentan ofrendas encendidas a Jehová, la persona que lo comiere será cortada de entre su pueblo.
Mas en cuanto al varón incircunciso, que no tuviere circuncidada la carne de su prepucio, el alma aquella será cortada de entre su pueblo; ha quebrantado mi pacto.
Pero la persona que comiere carne del sacrificio de las paces que se ha presentado a Jehová, teniendo sobre sí su inmundicia, será cortada la tal persona de entre su pueblo.
Y la persona que habiendo tocado cualquiera cosa inmunda, como inmundicia de hombre, o bestia inmunda, o inmundicia de cualquiera cosa detestable, y luego comiere de la carne del sacrificio de las paces que ha sido presentada a Jehová, será cortada la tal persona de entre su pueblo.