Luego presentarán del sacrificio de paces, por ofrenda encendida a Jehová, el sebo que cubre los intestinos, es decir, todo el sebo que está sobre los intestinos,
Y tomarás todo el sebo que cubre los intestinos, y los lóbulos del hígado, y los dos riñones, con el sebo que está sobre ellos, y los harás consumir sobre el altar:
Y tomarás del carnero el sebo, y la cola grasosa, y el sebo que cubre los intestinos, y los lóbulos del hígado, y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y la pierna derecha, porque es carnero de consagraciones,
Embota el corazón de este pueblo, y haz que sean pesados sus oídos, y cierra sus ojos; para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, y con su corazón no entienda, ni se convierta, ni sea sanado.
También os daré un nuevo corazón, y pondré un espíritu nuevo en medio de vosotros, y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
¶Pero los sacerdotes levitas, los hijos de Sadoc, que vigilaban en la custodia de mi Santuario cuando los hijos de Israel se descaminaron, apartándose de mí, ellos se acercarán a mí para servirme, y estarán en pie delante de mí para presentarme el sebo y la sangre, dice Jehová el Señor.
En seguida se le cortará en sus piezas apropiadas, con su cabeza y su sebo. El sacerdote entonces los pondrá en orden sobre la leña que habrá sobre el fuego, que está encima del altar;
Luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, pondrán en orden las piezas, juntamente con la cabeza y el sebo, sobre la leña que habrá sobre el fuego que está encima del altar;
Y pondrá la mano sobre la cabeza de su oblación, la cual será degollada a la entrada del Tabernáculo de Reunión: y los hijos de Aarón, los sacerdotes, rociarán la sangre sobre el altar en derredor.
Sus mismas manos han de traer las ofrendas encendidas de Jehová; el sebo a más del pecho traerá a este efecto; para que el pecho sea mecido como ofrenda mecida delante de Jehová.
y el sebo y los riñones y el redaño de sobre el hígado, de la ofrenda por el pecado, los hizo consumir en el altar; como había mandado Jehová a Moisés:
sabiendo esto, que nuestro hombre viejo fué crucificado con él, para que fuese destruído el cuerpo del pecado, a fin de que ya no estuviésemos más bajo la servidumbre del pecado:
Y Jehová tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tu simiente, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
También aun antes de quemarse el sebo, venía el mozo del sacerdote, y decía al hombre que ofrecía el sacrificio: ¡Da carne que asar para el sacerdote; pues no tomará de ti carne cocida, sino cruda!