introduciendo vosotros a los hijos de tierra extraña, incircuncisos de corazón e incircuncisos en la carne, a que estén en mi Santuario; profanando mi Casa cuando ofrecéis mi pan, a saber, el sebo y la sangre; y, habéis roto mi pacto, con todas vuestras abominaciones!
Habla a Aarón y dile: Cualquier hombre de tu descendencia, durante sus generaciones, que tuviere algún defecto, no se ha de llegar para presentar el pan de su Dios;
Santos han de ser a su Dios, y no han de profanar el nombre de su Dios; porque ellos son los que presentan las ofrendas encendidas de Jehová, el pan de su Dios; por esto han de ser santos.
Le santificarás, pues, oh Israel, por lo mismo que él es quien presenta el pan de tu Dios: por tanto le tendrás por santo; porque santo soy yo, Jehová, que os santifico.
Ni aun de mano de hijo de tierra extraña habéis de sufrir que se presente el pan de vuestro Dios de ninguno de estos; porque tienen en sí su fealdad; hay defecto en ellos; no se os serán aceptos.
y los hijos de Aarón harán consumir esto en el altar, sobre el holocausto, que hubiere sobre la leña que está encima del fuego; es ofrenda encendida de olor grato a Jehová.
Manda a los hijos de Israel, y diles: Cuidaréis de presentar mis oblaciones en sus tiempos señalados, el pábulo de mis ofrendas encendidas, de olor grato.
Del mismo modo lo ofreceréis diariamente durante siete días; pábulo es de las ofrendas encendidas, de olor grato a Jehová: se ha de ofrecer esto además del holocausto continuo y su libación.
El que ni aun a su propio Hijo perdonó, sino que le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos ha de dar también de pura gracia, todas las cosas juntamente con él?