Y haré que coman los padres la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y cada cual comerá la carne de su compañero, en la premura y en la estrechez con que los estrecharán sus enemigos y los que buscan su vida.
RESH.- ¡Mira, oh Jehová, y considera! ¿A quién jamás has hecho así? ¿Acaso las mujeres han de comer el fruto de su seno, los chiquitos que acarician en sus manos? ¿Acaso el sacerdote y el profeta deben ser muertos en el Santuario de Jehová?
Por tanto los padres comerán a los hijos en medio de ti, y los hijos comerán a los padres; y así ejecutaré en medio de ti juicios, y esparciré todo el residuo tuyo a todos los vientos.