¡Oh Jehová! ¿no están tus ojos dirigidos hacia la verdad? tú los castigaste, mas no se dolieron; los consumiste, mas se negaron a recibir la corrección; han hecho sus rostros más duros que la roca; rehusan volverse a ti.
Conforme está escrito en la ley de Moisés, todo este mal nos ha sobrevenido; mas no hemos suplicado la gracia de Jehová nuestro Dios, a fin de volvernos de nuestras iniquidades, de alcanzar inteligencia en tu verdad.