Yo soy Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de los Egipcios para que no fueseis siervos de ellos; y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os hice andar con cabeza levantada.
sino que yo la pondré en manos de los que te afligen; los cuales han dicho a tu alma: ¡Póstrate, para que nosotros pasemos por encima! y en efecto tú has puesto tu cuerpo como el suelo, y como la calle, para los que pasaban por encima.
Tú, oh Señor, has aumentado la nación, has hecho grande su gozo; se regocijan delante de ti como con el regocijo de la siega; como los guerreros se llenan de alborozo cuando reparten los despojos.
Porque de tiempo muy atrás yo quebré tu yugo, y rompí tus coyundas; y tú dijiste: No transgrediré; en tanto que sobre todo collado elevado, y debajo de todo árbol frondoso, te prostituías, ¡oh ramera!
También haré volver a este lugar a Jeconías hijo de Joaquim, rey de Judá, y a todos los cautivos de Judá que se han ido a Babilonia, dice Jehová; porque yo romperé el yugo del rey de Babilonia.
Y en Tafnes el día será obscurecido, cuando yo rompiere allí el yugo de Egipto, y se acabará la altivez de su poder: en cuanto a ella misma, la nube la cubrirá, y sus hijas irán en cautiverio.
Entonces el árbol del campo dará su fruto, y la tierra dará su producto; y ellas estarán seguras sobre su propio suelo; y conocerán que yo soy Jehová, cuando yo haya roto las coyundas de su yugo, y las haya librado de mano de aquellos que se servían de ellas.
Con cuerdas humanas los traje a mí, con vínculos de amor; y era para con ellos como los que alzan el yugo de sobre su quijada; y puse el alimento delante de ellos.