¶Asimismo respecto de cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran en medio de vosotros, que comiere cualquiera clase de sangre, yo pondré mi rostro contra aquella persona que comiere sangre, y la cortaré de en medio de su pueblo:
Como uno de vuestra misma nación os ha de ser el extranjero que morare con vosotros, y le amarás como a ti mismo: porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.
¶Moisés pues habló a los hijos de Israel, y sacaron al maldiciente fuera del campamento, y le mataron a pedradas. Así hicieron los hijos de Israel como había mandado Jehová a Moisés.
Una misma ley tendréis para el natural entre los hijos de Israel, y para el extranjero que habita en medio de vosotros, en cuanto a aquel que pecare por ignorancia.
Y cuando morare entre vosotros algún extranjero que quisiere celebrar la Pascua a Jehová, conforme al reglamento de la Pascua y conforme a su ordenanza, así la celebrará. Tendréis un mismo reglamento, tanto para el extranjero como para los de vuestra nación.
Y mandé a estos vuestros jueces, en ese tiempo, diciendo: Oíd los pleitos entre vuestros hermanos, y juzgad con justicia entre cada uno y su hermano, a su vecino extranjero.