golpe por golpe, ojo por ojo, diente por diente; de conformidad con la lesión que causare a otro, así será hecho con él mismo.
También cuando alguno causare lesión a su prójimo, según hizo él, así le será hecho:
¶Habéis oído que fue dicho a los antiguos: Ojo por ojo, y diente por diente.
No le compadecerá tu ojo: exíjase vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes, que tenían cortados los dedos pulgares de las manos y de los pies, han recogido las migajas debajo de mi mesa: según yo he hecho asimismo me ha recompensado Dios. Y le llevaron a Jerusalem, donde murió.