Hombres hay en ti que usan de calumnias a fin de derramar sangre; y en ti están los que comen sobre los montes: execrable maldad han cometido en medio de ti.
He aquí, en este mismo día están viendo tus ojos como te entregó Jehová hoy en mi mano, dentro de la cueva; y algunos me dijeron que te matase; pero mi ojo compadecióse de ti, y dije: No extenderé mi mano contra mi señor; porque es el ungido de Jehová.