Pero quedarán en él rebuscos, así como, cuando se varea el olivo, quedan dos o tres aceitunas en la punta del ramo más alto, cuatro o cinco en las ramas fructíferas; dice Jehová el Dios de Israel.
porque yo soy Jehová vuestro Dios; por lo mismo os santificaréis, y seréis hombres santos, porque yo soy santo; y no habéis de contaminaros con ninguna clase de reptil que anda arrastrándose sobre la tierra.
Y cuando segareis las mieses de vuestra tierra, no acabarás de segar los rincones de tu campo, ni espigarás tu tierra segada: para el pobre y para el extranjero dejarás lo que quedare. Yo Jehová vuestro Dios.
Y servirá el fruto espontáneo del descanso de la tierra como alimento para vosotros; así para ti como para tu siervo, y para tu sierva, y para tu jornalero, y para el extranjero que habita contigo;
Si hubieran venido a ti ladrones, o si robadores de noche, (¡ve cómo has sido destruído!) ¿no habrían robado sólo lo que les bastaba? si vendimiadores hubieran venido a ti, ¿no habrían dejado rebuscos?
¡AY de mí, dice Sión, porque estoy como cuando se han recogido las frutas de verano, como cuando se ha rebuscado la vendimia; no hay ya racimo que comer; desea mi alma los higos tempranos!
¶Cuando segares tus mieses en tu campo, y olvidares alguna gavilla en el campo, no volverás atrás a cogerla; será para el extranjero, para el huérfano, y para la viuda; para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos.
Cuando vareares tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti; lo que quedare será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.
Y dijo Rut la moabita a Noemí: Me iré, si te parece, al campo, y recogeré espigas en pos de cualquiera en cuyos ojos yo hallare gracia. Y ella dijo: Anda, hija mía.