¶Ni tampoco tomarás una mujer juntamente con su hermana, para que le sea rival, descubriendo tú la desnudez de ésta además de la de aquélla, durante su vida.
Mas ella le respondió: ¿Es tan poca cosa el haberte tú llevado mi marido, que quieras llevarte también las mandrágoras de mi hijo? Dijo Raquel: Por tanto se acostará contigo esta noche, a trueque de las mandrágoras de tu hijo.
¶La desnudez de una mujer y de su hija no descubrirás; ni tomarás la hija de su hijo ni la hija de su hija, para descubrir su desnudez; parientas cercanas de ella son: maldad execrable es.
¿Y no los hizo uno, aunque tenía sobra de aliento vital? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia digna de Dios. Por tanto guardad solícitamente vuestro espíritu, para que ninguno se porte deslealmente para con la mujer de su juventud.