Y HABLÓ Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, (los cuales se acercaron ante la presencia de Jehová, y por eso murieron),
también de la mujer que está enferma de su impureza: es decir, de aquel que padece flujo, sea varón o sea hembra; y de aquel que se acostare con mujer inmunda.