Así limpiará la casa con la sangre de la avecilla, y con las aguas corrientes, y con la avecilla viva, y con la madera de cedro, y con el hisopo y con la lana escarlata.
Luego tomará la madera de cedro y el hisopo y la lana escarlata, juntamente con la avecilla viva, y los mojará en la sangre de la avecilla degollada y en las aguas corrientes; y rociará la casa siete veces.