Asimismo el que se acostare en aquella casa lavará sus vestidos; también el que comiere en aquella casa lavará sus vestidos.
y todo aquel que alzare algo de sus cuerpos muertos lavará sus vestidos, y quedará inmundo hasta la tarde.
Y cualquiera que entrare en aquella casa todo el tiempo que estuviere cerrada, quedará inmundo hasta la tarde.
Empero si al entrar el sacerdote viere que no ha cundido la plaga en la casa, después de revocada, el sacerdote declarará limpia la casa, porque ha sanado de la llaga.