Y te daré a ti, y a tu simiente después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, a saber, toda la tierra de Canaán, por posesión para siempre; y seré el Dios de ellos.
y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo que es recto a sus ojos, y prestares oídos a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, entonces no enviaré sobre ti ninguna enfermedad de las que envié sobre los Egipcios; porque yo soy Jehová tu Sanador.
A vosotros empero os he dicho: Poseeréis la tierra de ellos, la que os voy a dar para que la heredéis, tierra que mana leche y miel. Yo soy Jehová vuestro Dios, que os he separado de los demás pueblos.
Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra que os voy a dar, y segareis la mies de ella, traeréis una gavilla, por primicias de vuestra siega, al sacerdote;
Yo la he hecho salir, dice Jehová de los Ejércitos; y entrará la tal maldición en casa del ladrón, y en casa de aquel que jura en falso por mi Nombre: y permanecerá en medio de su casa, y la consumirá juntamente con su maderaje y sus piedras.
y la tierra esté sojuzgada delante de Jehová, entonces después de esto podréis volver, y seréis sin culpa para con Jehová y para con Israel; y será esta tierra posesión vuestra delante de Jehová.
ESTOS son los estatutos y las leyes que guardaréis a fin de cumplirlos, en la tierra que Jehová, el Dios de vuestros padres, os habrá dado a poseer, todos los días que viviereis sobre la tierra:
CUANDO Jehová tu Dios haya exterminado las naciones, cuya tierra Jehová tu Dios te da, y las hubieres desposeído, y habitares en sus ciudades y en sus casas,
y escribirás sobre ellas todas las palabras de esta ley; cuando hayas pasado el Jordán a fin de entrar en la tierra que Jehová tu Dios te da, tierra que mana leche y miel, según te ha prometido Jehová el Dios de tus padres.
Sube a esta serranía de Abarim, al monte Nebo, situado en la tierra de Moab, que está frente a Jericó; y mira la tierra de Canaán, que voy a dar a los hijos de Israel para que la posean;
Y apartará Jehová de ti toda dolencia, y todas las enfermedades malignas de Egipto, que tú conoces; no las pondrá sobre ti, sino que las cargará sobre todos tus enemigos.