¡Paloma mía, tú que anidas en las grietas de la peña, en los escondrijos del precipicio, déjame ver tu rostro, déjame oír tu voz; porque tu voz es dulce, y tu rostro es gracioso!
Como golondrina, o grulla, así chirriaba yo; gemía como paloma; debilitáronse mis ojos de mirar hacia arriba. ¡Oh Jehová, oprimido estoy! ¡sé tú mi fiador!
¶Mas si fuere pobre, y sus recursos no alcanzaren a tanto, tome un cordero para ofrenda por la culpa, como ofrenda mecida, para hacer expiación por él, y la décima parte de un efa de flor de harina mezclada con aceite, para ofrenda vegetal, y un log de aceite,
Entonces al octavo día tomará para sí dos tórtolas, o dos palominos, y se presentará delante de Jehová a la entrada del Tabernáculo de Reunión, y dará las aves al sacerdote:
¶Y si sus recursos no alcanzaren lo suficiente para traer una cordera, traiga entonces a Jehová, como su ofrenda por la culpa, por aquello en que ha pecado, dos tórtolas o dos palominos, el uno para ofrenda por el pecado y el otro para holocausto.