¶Esta es la ley de la lepra del vestido, de lana o de lino, (ora sea de la urdimbre ora de la trama), o de cualquier ajuar de pieles; para declararlo limpio, o para declararlo inmundo.
Cualquier hombre de la estirpe de Aarón que fuere leproso, o tuviese flujo, no ha de comer de las cosas santas, hasta tanto que esté limpio. Asimismo el que tocare cualquiera cosa que sea inmunda por causa de muerto, u hombre que tuviere emisión de simiente;
Y si alguno muriere junto a él muy de repente, de modo que se contamine la cabeza de su nazareato, raerá su cabeza el día en que se purificare; en el día séptimo la raerá.