le mirará el sacerdote: y si viere que las manchas lustrosas en la piel de su carne son de color blanquizco, albarazo es que ha brotado en la piel; el hombre es limpio.
Ciertamente no hay en la tierra hombre justo que haga bien y no peque.
¶Asimismo cuando algún hombre o mujer tuviere en la piel de su carne manchas lustrosas, manchas lustrosas blancas,
¶Asimismo cuando a alguno se le cayere el cabello, calvo es, pero limpio.
pues que en muchas cosas todos tropezamos. Si alguno no tropieza en palabra, el tal es hombre perfecto, capaz de refrenar además todo el cuerpo.