Mas si hubiere dado a luz hembra, quedará inmunda por dos semanas, conforme a los días de su impureza, y permanecerá sesenta y seis días purificándose de sus sangres.
Habla a los hijos de Israel, y diles: La mujer, cuando hubiere concebido y dado a luz un hijo varón, quedará inmunda siete días: conforme a los días de la impureza por su enfermedad mensual, quedará inmunda.
mas ella permanecerá treinta y tres días purificándose de sus sangres. Ninguna cosa santa debe ella tocar, ni ha de ir al Santuario, hasta cumplirse los días de su purificación.
Y al cumplirse los días de su purificación, por hijo o por hija, traerá un cordero del primer año para holocausto, y un palomino o una tórtola para ofrenda por el pecado, a la entrada del Tabernáculo de Reunión, al sacerdote,