de los hombres con tu mano, oh Jehová! de los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida, y cuyo vientre llenas de tu tesoro. Hartan a sus hijos, y dejan el resto a los chiquitos de éstos.
No obstante estos podréis comer de todos los insectos alados que andan sobre cuatro pies, a saber, los que tienen dos piernas largas además de sus cuatro pies, para saltar con ellas sobre la tierra;
Y todas los animales que andan sobre sus garras, entre cuantos andan sobre cuatro pies, os serán inmundos; todo aquel que tocare sus cuerpos muertos quedará inmundo hasta la tarde:
Ninguno puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o será adicto al uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.