y él se fue, y halló el cadáver del otro tendido en el camino, y el asno y el león que estaban junto al cadáver; el león no se había comido el cadáver, ni había despedazado al asno.
Pero respondió Elías y dijo al capitán de cincuenta: Y bien, si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo que te consuma a ti y a tus cincuenta. En efecto, descendió fuego del cielo y le consumió a él y a sus cincuenta.
Y respondiendo Elías, les dijo: Si varón de Dios soy, descienda fuego del cielo que te consuma a ti y a tus cincuenta. Y descendió el fuego de Dios desde el cielo, y le consumió a él y a sus cincuenta.
porque por no haberla llevado vosotros desde un principio, Jehová nuestro Dios estalló en ira contra nosotros; porque no le buscábamos conforme al orden prescrito.
Todavía estaba éste hablando, cuando entró otro, que dijo: ¡Un fuego de Dios ha caído del cielo, el cual ha consumido las ovejas y los mozos, y los ha devorado; y he escapado yo, yo solo, para traerte las nuevas!
Porque ya ha mucho que les está aparejado Tofet; para el rey también está preparado; lo ha ahondado, lo ha ensanchado; su pira es de fuego y de leña abundante; el soplo de Jehová, como torrente de azufre, lo enciende.
y de la presencia de Jehová salió fuego que consumió de sobre el altar el holocausto y los sebos. Y como lo viese todo el pueblo, levantaron el grito, y cayeron sobre sus rostros.
¶Mas hizo Dios estrago entre los hombres de Bet-semes, porque miraron dentro del Arca de Jehová; por lo cual hirió del pueblo setenta hombres y cincuenta mil hombres. Y prorrumpió el pueblo en llanto, porque Jehová había causado entre el pueblo gran mortandad.