No toca a vosotros pelear en este combate; ¡apostaos, estad quedos, y ved la salvación de Jehová, obrada por vosotros, oh Judá y Jerusalem! ¡No temáis, ni os acobardéis! Salid mañana al encuentro de ellos; y Jehová estará con vosotros.
Pero mientras él pensaba en esto, he aquí, un ángel del Señor le apareció en sueños, diciendo: José, hijo de David, no tengas recelo en recibir a María tu mujer; porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
¶Y cuando ellos hubieron partido, he aquí que un ángel del Señor aparece en sueños a José, diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto; y estáte allí hasta que yo te lo diga; porque Herodes buscará al niño para destruirle.
¶Entonces Jehová dijo a Josué: No tengas temor a causa de ellos, porque mañana, como a estas horas, yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; a sus caballos desjarretarás, y sus carros quemarás a fuego.
y Finees hijo de Eleazar, hijo de Aarón, ministraba delante de él en aquellos días), diciendo: ¿Tornaré otra vez a salir en batalla contra los hijos de Benjamín mi hermano, o desistiré? Y respondió Jehová: Sube, que mañana le entregaré en tu mano.
Pues estuvo sobre él el Espíritu de Jehová, y juzgó a Israel: y salió a la guerra; y Jehová entregó en su mano a Cusán-risataim, rey de Siria, y prevaleció su mano contra Cusán-risataim.
Y les dijo: ¡Seguidme, que Jehová ha entregado a vuestros enemigos, los Moabitas, en vuestra mano! En efecto, descendieron en pos de él, y tomaron los vados del Jordán delante de Moab, y no permitieron que hombre alguno pasase.
Tomó entonces aquella gente la vitualla en su mano con sus trompetas: y a todos los demás hombres de Israel enviólos Gedeón cada uno a su estancia; pero a aquellos trescientos hombres los retuvo consigo: y el campamento de Madián estaba debajo de él, en el valle.
Por lo cual David consultó a Jehová otra vez más. Y respondió Jehová, diciendo: Levántate, desciende a Ceila; porque yo entregaré a los Filisteos en tu mano.