Y regocijóse el pueblo por haber ofrecido espontáneamente; porque de sincero corazón habían ofrecido voluntariamente a Jehová; y también el rey David alegróse con grande alegría.
Tu pueblo se presentará como ofrendas voluntarias en el día de tu poder, ataviados con los adornos de la santidad: como el rocío que cae del seno del alba, así te será tu valiente juventud.
Lo tuve por necesario, pues, rogar a los hermanos se adelantasen en ir a vosotros, y preparasen de antemano vuestra dádiva ya prometida; para que esté lista, como dádiva, y no como cosa arrancada a la avaricia.