Anda, junta a todos los judíos, cuantos se hallen en Susán; y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche ni día; yo también y mis doncellas ayunaremos del mismo modo, y así entraré a donde está el rey, aunque no sea conforme a la ley; ¡y si perezco, perezca!
Pero ninguna de estas cosas me mueve, ni tengo a mi misma vida por cosa que me sea cara, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para testificar el evangelio de la gracia de Dios.
Y ellos le vencieron por medio de la sangre del Cordero, y por medio de la palabra de su testimonio, y no amaron sus vidas, exponiéndolas hasta la muerte.
Entonces dijo Débora a Barac: ¡Levántate, que este es el día en que Jehová ha entregado a Sísara en tu mano! ¿No ha salido ya Jehová delante de ti? Barac pues bajó del monte Tabor, y diez mil hombres en pos de él.
Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, desde Cades-neftalí, y le dijo: ¿No ha mandado Jehová, el Dios de Israel, diciendo: Anda y avanza hacia el monte Tabor, tomando contigo diez mil hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón?
Y envió mensajeros por todo Manasés; y ellos también se juntaron en pos de él. Asimismo envió mensajeros por Aser y Zabulón y Neftalí; los cuales también subieron a encontrarlos.