Y clamaron los hijos de Israel a Jehová; porque tenía Jabín novecientos carros de hierro, y había oprimido a los hijos de Israel con violencia durante veinte años.
¶Y aconteció que, pasados muchos días, murió el rey de Egipto: entre tanto los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre; y clamaron, y subió a Dios su clamor, a causa de su servidumbre.
por manera que palparás al medio día como palpa un ciego en las tinieblas; y no serás prosperado en tus caminos, sino que serás solamente oprimido y robado todos los días; y no habrá quien te salve.
Pero los hijos de José le respondieron: No basta para nosotros la serranía, y todos los Cananeos que habitan en las tierras de los valles tienen carros de hierro; tanto los de Bet-sean y sus aldeas, como los que están en el Valle de Jezreel.
Y era Jehová con Judá, de modo que se posesionó de la serranía: mas no tuvo ánimo para desposeer a los habitantes de los valles, porque tenían carros de hierro.
¶Clamaron pues los hijos de Israel a Jehová, diciendo: ¡Hemos pecado contra ti, porque hemos dejado a nuestro Dios, y también porque hemos servido a los Baales!
Mas cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová, él les levantó por salvador a Aod, hijo de Gera, benjamita, hombre zurdo; por mano de quien enviaron los hijos de Israel un presente a Eglón rey de Moab.
Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, y Jehová levantó un salvador para los hijos de Israel que los salvó, a saber, Otniel hijo de Cenez, hermano menor de Caleb.
Por lo cual Sísara juntó todos sus carros, novecientos carros de hierro, con toda la gente que tenía, desde Haroset de las Naciones al torrente de Cisón.
Escogían obstinadamente nuevos dioses; entonces hubo guerra hasta las puertas de las ciudades. ¿Veíase por ventura escudo o lanza entre cuarenta mil de Israel?