Así fué humillado Moab en aquel día bajo la mano de Israel: y la tierra tuvo descanso ochenta años.
Y tuvo la tierra descanso cuarenta años. Y murió Otniel hijo de Cenez.
De esta suerte hirieron de Moab en aquel tiempo como diez mil hombres, todos robustos, y todos hombres esforzados: no escapó hombre.
Y después de él fué Samgar, hijo de Anat; el cual hirió de los Filisteos seiscientos hombres con un aguijón de bueyes; y él también salvó a Israel.
¡Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová! ¡Mas los que te aman sean como el sol cuando sale en su fuerza!¶ Y la tierra descansó cuarenta años.
Y era el nombre de aquel hombre Elimelec, y el nombre de su mujer, Noemí, y los nombres de sus dos hijos, Mahalón y Quelión, efrateos de Bet-lehem de Judá. Llegaron pues al país de Moab, y se quedaron allí.