Se han puesto gordos y lustrosos; y sobresalen en hechos de maldad; no defienden la causa, del huérfano, y sin embargo prosperan; y no mantienen el derecho de los menesterosos.
Por cuanto os alegráis, por cuanto os regocijáis desdeñosamente, oh saqueadores de mi herencia; por cuanto retozáis como novilla en la hierba, y relincháis como poderosos corceles;
¿Por qué pues habéis pisoteado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo he mandado presentar en mi Habitación? ¿y por qué has honrado tú a tus hijos antes que a mí, para engordaros con lo más pingüe de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?