Ellos estaban junto a la piedra grande que había en Gabaón, cuando se les presentó Amasa, que venía al encuentro de ellos. Y Joab tenía ceñida su ropa, su vestido de ordinario, y sobre ella el cinto de una espada que traía ajustada a sus lomos, en su vaina; y mientras él avanzaba, ella se le cayó.
Porque la palabra de Dios es viva, y eficaz, y más aguda que toda espada de dos filos, Y penetra hasta la división entre alma y espíritu, sí, y hasta las coyunturas y los tuétanos, y es hábil en discernir los pensamientos y propósitos del corazón.
Mas cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová, él les levantó por salvador a Aod, hijo de Gera, benjamita, hombre zurdo; por mano de quien enviaron los hijos de Israel un presente a Eglón rey de Moab.